Déjame que te cuente...

Anoche no dormí bien. Tengo una cosa que tiene mucha gente que se llama conciencia y suele ser muy persistente cuando discrepa con mi proceder.

Shh... Calla- he pensado mientras no paraba de darle vueltas al mismo asunto.

Nada. No hay forma de hacerla silenciar. Algunas veces recurro a la meditación pero eso no solventa el desaguisado sino que lo pospone. 

Moly, ¿qué pasa?-ha preguntado mi Príncipe Rana- ¿ Por qué te mueves tanto?

Jopeta Príncipe siento haberte despertado- he dicho dulcemente mientras lo tapaba, pues resulta que tenía yo toda la colcha.

No te preocupes Moly,pero ¿qué jaleo es el que tienes? - ha insistido.

Duérmete no es nada, mañana te cuento- le he dicho en voz bajita- Shh....

Pero Moly te veo muy inquieta.No importa cuéntame lo que sea, quiero ayudarte y ser cómplice de eso que te roba el sueño.-ahora si no había nada que hacer, desvelar a mi Príncipe es tener que correr con el riesgo de hacerle compañía un buen rato hasta que vuelva a pillar el sueño.

Déjame que te cuente, verás,estaba pensado en que me encanta ir en pijama y vestir con ropa cómoda incluyendo a veces cuando mezclo todos los colores sin ton ni son, que me encanta pasar horas y horas sola,adoro leer novelas históricas o de amor y escuchar música ochentera, me gusta decir la verdad y ser justa. Me gusta sentir la libertad de ser yo misma y opinar en defensa de mis convicciones,me gusta comer guisados calientes y caseros, me fascina el calor: la playa y los rayos de luz cubriendo los días de vitalidad y alegría.También detesto la hipocresía, las personas negativas que tratan de hacerte sentir mal , la gente que quiere obligarte a pensar como ella a la fuerza, los gritos, la mala educación , el frío: esa sensación cuando se reseca la piel y pica, odio la gente que se cree que es superior a otras personas únicamente por dinero o por poder y la que trata de dejar en ridículo a sus semejantes solo por ser diferentes y también las personas que realizan críticas destructivas con malas intenciones- he mirado a mi Príncipe para ver si escuchaba o se había quedado dormido con mis palabras, para mi sorpresa estaba muy bien despierto.

Moly pero eso que dices esta muy bien- me ha dicho- Es algo normal, eso no debería de hacerte sentir mal.

Es que no he terminado Príncipe, también me encanta arreglarme con vestido y tacones todo muy conjuntado , ser sociable y rodearme de todas las personas con las que me siento cómoda y querida y pasar horas y horas riendo y disfrutando de su compañía, leer libros de psicología e investigación, escuchar rock, me gusta comer comida rápida y alguna denominada "guarrería", me gusta sentir el frío cuando voy bien abrigada y ese olor a humedad en el ambiente.

Pues eso solo demuestra que eres una persona abierta y diversa- ha dicho mi Príncipe-  eso es algo bueno Moly, no entiendo el por qué de tu pesar.

Ay Príncipe es que todavía hay más. A veces caigo en el error de querer que la gente piense como yo, no suelo gritar ni enfadarme pero si eso sucede la mayoría de las veces tengo control y no contesto hasta que se me pasa pero otras tengo malas palabras para aquellas personas que estimo, otras veces soy yo misma quien cae en la crítica destructiva y repetitiva, soy yo quien tiene que hacer uso de la hipocresía pues no se puede ir diciendo por la vida todo lo que uno piensa más que nada por educación en la mayoría de los casos y otras por no andar haciendo daño gratuitamente a la gente, otras ocasiones soy yo la que hago uso de mala educación siendo parca en palabras con aquellas personas que me aprecian o siendo injusta con ellas.

Moly todos hacemos cosas así, todos podemos tener un mal día o un mal pronto pues es de naturaleza en el humano errar de ese modo- mi Príncipe como siempre desde su buen querer hacía mi persona restando importancia a mis hechos desagradables.

Ya Príncipe, pero a donde yo quería llegar es que a que debemos de medir a los demás con la misma vara que nos medimos nosotros, incluso me atrevería a afirmar que lo justo sería exigirnos a nosotros el doble de lo que le exigimos a los demás- le he dicho, pues mi mente estaba en ese punto desde hacía un buen rato.

Quizás tengas razón pero eso es algo muy difícil de llevar a cabo Moly.

Como decía Aristóteles la justicia es algo que se práctica, nadie nace siendo justo- he concluido pensativa.

Y con eso ¿qué me quieres decir?- me ha preguntado algo exhausto.

Pues que no me quedará de otra que de intentar tomar conciencia y practicar para conseguirlo. Difícil si, imposible no.- le he dicho.

Y yo estaré encantado de acompañarte en esa aventura.- su voz ya se notaba más débil, casi que no he entendido bien la última palabra.

Príncipe,¿qué tal si nos acurrucamos e intentamos retomar el sueño? - creo que ni me ha escuchado porque antes de acabar la frase he oído una respiración fuerte.

Efectivamente mi Príncipe ya estaba durmiendo y por lo que he podido apreciar muy profundamente. Mañana será otro día, y ya tenemos un nuevo objetivo más en el que trabajar.

 Ahora es hora de descansar. 

Buenas noches.





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